Camina y siente
Finalidad:
Conocer las diferentes texturas que podemos percibir por medio del tacto, favorecer el aprendizaje por medio del juego, estimular la creatividad, despertar la curiosidad...
La planta del pie es un receptor sensitivo potente e importante y través de ésta el cerebro va a recibir un cúmulo de sensaciones e información que deberá procesar generando percepciones y estructuras cognitivas, por lo que esa estimulación sensorial, en este caso plantar, ayudará en la mejora de los procesos cognitivos de aprendizaje,
Edad recomendada:
Materiales:
Cartón, silicona para pegar, texturas que he encontrado en casa (garbanzos, pajitas, plástico burbujas, esponja, lija, estropajo, corcho, limpia pipas de colores, tapones)
Descripción de la actividad:
Aprovechando que ahora en verano las peques se pasan el día descalzas, y que estábamos pasando el día en casa de los abuelos, allí tenemos la suerte de disfrutar de un "súper" estudio de pintura (gracias al tener un abuelo Pintor). En él, además de cuadros, pinceles, etc hay infinidad de "piezas sueltas" para hacer maravillas, y por ello me animé a pegar algunas de las texturas que me iba encontrando aprovechando el ratito de siesta de las niñas.
Cuando se despertaron se encontraron con "el camino" y no me hizo falta decirle nada a Lola cuando ya me miró para !!poder pisarlo!! y le dije: "adelante, camina y siente". Lo pasó millones de veces, pero siempre se paraba en el mismo, (en el plástico de burbujas), le encantó intentar explotar las pompitas con los dedos de los pies, decía "está blandito".
A continuación, fue el turno de Alba, con mi ayuda, lo pasó un par de veces, en alguno se ponía de puntillas, pero lo que si está claro es que le llamó mucho la atención los que tenían colores llamativos, porque quería cogerlos, tocarlos y pasar por encima de ellos.
Así que aunque la actividad esté pensada para hacer con los pies, también se puede hacer con las manos, ¿por qué no?
Cosas a tener en cuenta:
Tanto si se usan con las manos como si se usan con los pies, realizar esta actividad por primera vez con los ojos abiertos para familiarizarse con el material, ya que debemos tener en cuenta que existen personas que no soportan un tacto concreto o les da “dentera”. No hay que forzar al niño a que toque sino quiere.
Siempre realizar la actividad bajo la supervisión de un adulto.
Sugerencia: Esta actividad primero se puede hacer con los ojos abiertos y viendo lo que pisan para aprender las diferentes texturas, y a posteriori, se puede hacer con los ojos cerrados con la ayuda de un antifaz para que no tengan la tentación de abrirlos. De esta manera, podrán tener «más despierto» el sentido del tacto en los pies y averiguar que «objeto» están pisando en cada momento sin verlo.