Mini Mundo, ¿Jugamos con los sentidos?
Finalidad:
Ampliar vocabulario, fomentar el cuidado de la naturaleza y los animales, potenciar la curiosidad, jugar con el factor sorpresa, ayudar en el desarrollo y formación de la autoestima, favorecer la expresión de sentimientos, comunicación, percepción y la organización, interacción entre hermanas, serena, tranquiliza, fomentar una personalidad creativa e inventiva, facilitar la atención, concentración, psicomotricidad fina, coordinación óculo-manual, control postural, desarrollo de los sentidos, discriminación sensorial, diferenciar distintas texturas, etc...
Edad recomendada:
Materiales:
Para simular barro: una taza de cacao, una taza de maicena y agua (la cantidad de ésta será en función de la textura que queráis conseguir, si más liquido o espeso).
Para el lago, un recipiente, en el fondo, papel aluminio, agua y un poco de acuarela azul.
Para los demás escenarios, serrín, avena con piñas, hojas secas y virutas de plastidecor verde para simular la hierba.
Animales de playmobil y otros que teníamos en casa.
Bandejas, flores de plástico, dos medios cocos, morteros, cucharas.
Descripción de la actividad:
Llevaba tiempo queriendo hacer esta actividad con las niñas, Lola vivió una experiencia muy bonita el curso pasado en el cole, donde participó en un atelier en el cual había, un mini mundo, pero eran tantos los espacios donde podía ir que a éste apenas le prestó atención (ella fue directa donde se podía pintar), el hecho de "embadurnarse" es algo que le ENCANTA.
Con lo que tenía en casa, preparé cinco escenarios, uno con serrín, con avena, con agua, otro con hierba y por último el escenario estrella, el del barro (era de chocolate). Los animales decidí colocarlos al azar para que ella luego los pusiese donde viese conveniente. Para ambientar algunos escenarios añadí hojas y piñas secas además de dos medios cocos, cucharas, y el mortero, porque es una pieza que les encanta.
Las llamé para que viniesen a la cocina y la cara de Lola era ASOMBRO, miraba todo con detalle, sin tocar y me dijo: "mamá ¿puedo?", ¡claro, adelante, disfruta! (Alba se quedó en el salón jugando), lo primero que hizo fue..."meter las manos enteras en el barro, oler, mirarme y preguntar: "¿se come?", mi respuesta: "se puede comer y se puede jugar", ya no me dijo más, se relamió y, a continuación, le dio de comer a los cerditos, la vaca, etc... seguidamente quiso jugar en la bandeja de la hierba, pero se vio las manos parcialmente embadurnadas, por tanto, tuvo que parar y limpiarse, una vez retomó, no había niña.
Alimentó a cada uno de los animales, utilizó todo los espacios, los mezcló, les dio clase, les cantó canciones, (cumpleaños feliz, el Arca de Noé, las letras, los números, Frozen, etc..)
Llegó Alba, y, para mi sorpresa, no metió las manos en el "barro", fue directa al serrín, a las piñas secas y a los cocos. Es verdad que hace un par de semanas les puse una "provocación" en forma de mandala, y predominaban estas piezas, está claro que le gustaron, las tocaba con intensidad, removía las manos en la bandeja, las sacudía, se las llevaba a la nariz, a la boca, etc...Lola a su vez le seguía, le hacía reír, tiraba al aire el serrín, la avena...hasta que llegó el momento de recoger, pues cómo les dije..."creo que los animales ya están bien alimentados, necesitan descansar".
Sin duda fue ¡¡una explosión de sentidos y emociones!!
Cosas a tener en cuenta:
En esta actividad se lo pasan muy bien puesto que deja libertad en el juego, pero a su vez, nos encontramos con el hándicap, de que, es una actividad en la que se embadurnan fácilmente, por lo tanto, debemos tener en cuenta esto para tener una vestimenta apropiada y tener a mano utensilios para una limpieza rápida.
Con esta actividad se puede aprovechar para ampliar el vocabulario de los niños, fomentar la importancia del cuidado de los animales y la naturaleza.
Siempre realizar la actividad bajo la supervisión de un adulto.
