Esta tarde, les he propuesto para jugar arena mágica y serrín, introduciendo elementos como embudos, cucharas, cuencos… enterré algunas monedas imantadas.

En cuanto llegaron a la mesa y vieron lo que había... Alba fue directa a las monedas de colores y Lola ¡a manipular arena y serrín a la vez! conforme pasaba el tiempo, Lola que ya está más mayor, decide su propio juego, e introduce letras de colores, le encantan, juega con ellas y el embudo, sin embargo, Alba se decide por el imán pero intentando no tocar la arena, desde el principio no le ha gustado la textura, su juego ha sido curiosear las piezas translúcidas además de sacar y meter monedas del bote. Lola ha intentado incluirla en su juego, pero viendo que solo quería las monedas, las ha metido en la arena y entonces…¡¡¡ ha conseguido que Alba la toque sin problema!!! .

Y es que al final, el aprendizaje que se aportan la una a la otra, es lo que hace que todo lo que hago por ellas tenga sentido.