¡Con la comida… sí se juega!
Finalidad:
Experimentar sensaciones nuevas, estimular los sentidos, diferenciar texturas, crear, inventar, fomentar el desarrollo de psicomotricidad fina, atención, concentración, obtener conceptos relacionados con el espacio y las dimensiones, así como la diferencia entre vacío o lleno, control postural, expresión de sentimientos.
Edad recomendada:
Materiales:
-Mesa reciclada (antiguo cambiador Ikea), podéis utilizar cualquier bandeja.
-Arroz teñido de colores.
-Tazas de plástico.
-Cucharas.
Descripción de la actividad:
Hoy he sorprendido a Lola una vez más con un juego sensorial de los que tanto nos gustan. He utilizado nuestra mesa /cambiador reciclada.
He colocado moldes de letras de madera, tazas con arroz que teníamos teñido de otras ocasiones y unas cucharas.
Se oía la puerta y llegaba a casa después de haber acompañado a su padre a hacer unos recados, cuando ha entrado a la terraza, su cara de asombro, de “pillina”, mirándome y tan sonriente diciéndome; ¿qué ha pasado? ¿ es para jugar?, le he respondido…¡¡¡claro, adelante!!!.
Y tan feliz se ha puesto a crear su juego, primero decorando las letras de su nombre, mezclando colores, haciendo café, batido de colores, y sobre todo disfrutando mucho haciendo infinidad de trasvases, un forma estupenda para jugar desde edades muy tempranas, así estarán trabajando la psicomotricidad fina, la atención y concentración. Sin duda este tipo de actividad tan beneficiosa ayuda a que los niños experimenten, manipulen, huelan, observen y aprendan aspectos que les servirán en su día a día, y nosotros, los adultos les acompañemos en ese proceso, jugando y disfrutando de ellos.
En definitiva podríamos decir que, ¡con la comida... sí se juega!.
Cosas a tener en cuenta:
Siempre realizar la actividad bajo la supervisión de un adulto.